Desde hace bastantes años teníamos en mente viajar a Irlanda y descubrir los lugares imprescindibles que ver en Dublín, pero nunca veíamos el momento… ¡hasta ahora!
Después de haber recorrido Inglaterra, Escocia e incluso Gales, podríamos decir que Irlanda era el único país que nos quedaba por visitar de las Islas Británicas. No obstante, aunque lo pueda parecer, no todos estos países están relacionados entre sí.
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Ubicación geográfica de la República de Irlanda
En la introducción ya hemos hecho una breve referencia, por lo que aquí vamos con una breve explicación sobre geografía, ¡volvemos al cole!
Por un lado, los tres primeros países que hemos citado (Inglaterra, Escocia y Gales) componen lo que conocemos como Gran Bretaña.
Por otro lado, tenemos a Irlanda, la cual, a su vez, está dividida en dos: Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Seguramente te hayas referido a todo este conjunto de países como Reino Unido, pero en realidad únicamente serían los compuestos por los 3 que forman Gran Bretaña más Irlanda del Norte.
Durante este viaje, siempre que hagamos referencia a Irlanda, lo haremos respecto a la República de Irlanda, que es el país que vamos a visitar.
20 lugares imprescindibles que ver en Dublín
Castillo de Dublín
El Dublin Castle fue construido a principios del S. XIII en un terreno elevado sobre los restos de un antiguo asentamiento vikingo danés en el que había una fortaleza del año 930.
En concreto, fue el rey Juan de Inglaterra quien colocó la primera piedra del castillo medieval en el año 1204 y ha sido la sede del dominio inglés hasta el año 1921 y británico hasta un año después, el 1922.
Así, el Castillo de Dublín ha tenido varios usos a lo largo del tiempo: desde residencia del virrey de Irlanda (representante irlandés del monarca británico) hasta sede del Tribunal de Justicia Irlandés, pasando por fortaleza militar. Hoy en día es uno de los imprescindibles que ver en Dublín, pero es también el lugar en que tienen lugar eventos del Estado e inauguraciones presidenciales.
Desde el exterior se puede ver su torre medieval (S. XIII) y pasear por los jardines, pero también puede ser visitado su interior (1h aproximadamente), donde se conocerán distintos puntos, como la cripta medieval o la Capilla Real, y diversas estancias como el Salón de San Patricio, el Rellano de las Hachas de Guerra, el Salón del Trono, la Gran Escalera o las habitaciones del Rey y la Reina.
La entrada nos costó 8€, pero está incluida en la tarjeta Go City Dublin.
Trinity College Dublin + Book of Kells and The Old Library
La Trinity College, del año 1592, es la Universidad de Dublín y en ella estudiaron brillantes alumnos como Oscar Wilde, Bram Stoker o Jonathan Swift.
Se puede visitar y recorrer el campus de manera gratuita y se suelen encontrar exposiciones temporales de arte contemporáneo, la Galería de la Ciencia (Science Gallery) y la Galería Douglas Hyde (escuela de bellas artes).
Además de la universidad, si quieres visitar la Biblioteca Long Room, conocida como The Old Library, del S. XVIII, puedes adquirir los tickets aquí.
La verdad es que es una preciosidad y, pese al precio, recomendamos mucho la visita. Nosotros la visitamos a primera hora de la mañana para evitar las multitudes y verlo lo mejor posible. La Long Room alberga 200.000 de los libros más antiguos de la Biblioteca en sus estanterías de roble, aunque, lamentablemente, nosotros nos encontramos la sala bastante vacía porque estaban limpiando los libros.
En la Old Library, justo antes de llegar a la Long Room, se puede ver expuesto un volumen del Libro de Kells (Book of Kells), un manuscrito del cristianismo primitivo; en concreto, del Evangelio del S. IX, siendo el mayor tesoro cultural de Irlanda. De hecho, se encuentra en una sala llamada “Treasury” (“Tesoro”).
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Catedral de San Patricio (St. Patrick’s Cathedral)
La Catedral de San Patricio es la principal catedral de toda Irlanda, por lo que es uno de los imprescindibles que ver en Dublín, y fue construida en el año 1220 (S. XII) en honor a su patrón, San Patricio. En ella se encuentran la capilla de la Virgen, diversos monumentos y unas preciosas vidrieras del S. XIX.
La entrada nos costó 9€, pero también la teníamos incluida en la tarjeta Go City Dublin.
Por cierto, la ubicación en la que se encuentra no es casualidad, ya que se erigió junto a un pozo el cual era utilizado por el propio San Patricio para bautizar a los conversos.
Catedral de la Santísima Trinidad (Christ Church)
La Christ Church es la catedral más antigua de Dublín (S. XI), la cual posee una especie de puente o arco que forma parte de ella y que la conecta con el edificio Synod Hall (Dublinia).
En cuanto a la catedral, en ella podemos visitar su cripta medieval, su gran atractivo, así como la Capilla de San Lorenzo O’Toole, la cual tiene forma de corazón y, valga la redundancia, en ella se encuentra el corazón embalsamado del propio santo.
¡Por cierto, en la cripta no puedes perderte a Tom y Jerry! Se trata de un gato y un ratón momificados que se encontraron durante una restauración en uno de los tubos del órgano.
Como curiosidad, cabe decir que, a pesar de que Irlanda es un país católico en su mayoría, las dos catedrales que tiene son protestantes.
Grafton Street y Molly Malone en Suffolk St.
Seguro que en alguna ocasión has oído hablar de la famosa calle de Grafton Street, ¡aunque sea en alguna canción de Ed Sheeran!
Se trata de la calle comercial más importante de Dublín y se localiza entre el Trinity College y el St. Stephen’s Green Park.
Además, siempre hay muy buen ambiente en esta concurridísima calle peatonal, pues rara será la vez que pases por ella sin toparte con algún músico callejero.
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En este punto, creemos importante hacer mención a una canción popular de Irlanda cuya popularidad la ha llevado a ser considerada como el himno no oficial de Dublín. Nos referimos a Molly Malone o, como algunos suelen llamarla cariñosamente, “The Tart with the Cart” (“La Golfa con el Carro”).
La canción trata sobre la historia de una joven pescadera del S. XVII que falleció en la calle y se llamaba Molly Malone. Aunque no hay hechos refutables sobre su existencia real, se la representa mediante una estatua de bronce como una mujer que iba empujando un carrito y vendiendo marisco.
Si te preguntas dónde está la estatua de Molly Malone en Dublín, se encuentra en Suffolk Street desde julio de 2014. Previamente se situaba en Grafton Street, pero fue trasladada con motivo de las obras de la nueva línea del tranvía que se estaban acometiendo por entonces.
O’Connell Street Upper
La Avenida O’Connell es la principal calle de Dublín al norte del río Liffey, peatonal y con distintos comercios.
En esta calle podemos ver una escultura en forma de aguja llamada The Spire, la cual mide 120 metros y conmemoró el inicio del nuevo milenio de los 2.000.
Otro punto importante que se localiza en O’Connell Street es el Edificio Central de Correos, donde se proclamó la independencia de Irlanda y su constitución como República, además del Garden of Remembrance o Jardín de la Memoria, en recuerdo a todos los caídos que lucharon en defensa de la libertad de Irlanda.
Phoenix Park
Uno de los lugares imprescindibles que ver en Dublín sin duda es el Phoenix Park. Está situado al norte de la ciudad y seguro que te suena por dos motivos: posee 5 km de largo, por lo que llega a ser uno de los parques públicos cerrados más grandes de cualquier capital europea, y por la posibilidad de ver ciervos en libertad dentro de él.
El origen del parque lo debemos situar en el año 1660, momento en que se creó, aunque con fines muy distintos al actual, pues era un parque de caza real. Posteriormente, en el año 1747, fue abierto al público.
Dentro del parque podemos obtener información en su centro de visitantes, ver el Áras an Uachtaráin (palacio y residencia oficial del presidente de Irlanda) en la distancia, tomar un café en el Phoenix Café, pasear por los jardines de flores victorianos, acercarse a la Cruz Papal y descansar sobre el césped o buscar a los ciervos de Phoenix Park.
Además, aparte de simplemente caminar por el parque, se pueden hacer otras actividades como el polo, recorrerlo en bici o practicar cricket.
En cuanto al horario del Phoenix Park, si se accede por las puertas principales (Parkgate Street y Castleknock Gate), podrás acceder a cualquier hora del día y cualquier día del año, es decir, 24/7.
Guinness Storehouse
Un viaje a Dublín nunca estará completo sin una visita a la icónica Guinness. Se trata de una de las cervecerías más famosas de todo el mundo, la cual destaca, en concreto, por la elaboración y producción de cerveza roja.
Al ser uno de los puntos imprescindibles que ver en Dublín vamos a dedicarle un artículo aparte, así que te remitimos al post de la Guinness para conocer más detalles.
Te aseguramos que merece muchísimo la pena, es una actividad muy amena, interactiva e incluye una pinta de Guinness al final del recorrido en su Gravity Bar con vistas 360º. Por cierto, ¿sabías que fue galardonada como la principal experiencia turística del mundo dedicada a la cerveza?
Si te preguntas cuánto dura la visita a la Guinness Storehouse, decirte que puedes estar el tiempo que quieras, pero mínimo le dedicarás unas 2 horas.
Aunque la visita está incluida en la tarjeta turística de Dublín, debes reservar fecha y hora en su web con antelación.
Temple Bar
Aunque lo primero que nos venga a la cabeza al escuchar hablar sobre Temple Bar sea un pub, en realidad es un barrio, el cual abarca el área rectangular comprendida entre la Christ Church, el curso del río Liffey, el O’Connell Bridge y el Trinity College en Dame Street.
Recorrer las calles adoquinadas de este barrio repleto de pubs y restaurantes es un must que debes hacer en Dublín. Por supuesto, no te vayas de él sin haber tomado una buena pinta mientras escuchas música en directo cuando la noche comienza a caer, por ejemplo, en The Temple Bar.
Más lugares imprescindibles que ver en Dublín
Ayuntamiento (City Hall)
Visitar el ayuntamiento de Dublín, de estilo neoclásico y construido en el S. XVIII, no te llevará mucho tiempo y la entrada es gratuita de lunes a sábados.
Actualmente es la sede de la Cámara de Comercio y destaca una sala circular conocida como La Rotonda en la que resalta una bonita cúpula sostenida por hasta doce columnas.
Además, si estás interesado en conocer un poquito la historia de Dublín, puedes visitar la exposición que se encuentra en su planta inferior.
Frente al ayuntamiento puedes ver un callejón con azulejos y corazones llamado Love Street.
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Dublinia
Anteriormente hemos citado el Museo Dublinia a la hora de hablar de la Christ Church, ya que, realmente, están conectados entre sí.
Situado en el casco viejo de la ciudad, Dublinia es un museo sobre la historia de Dublín y posee una exposición del Dublín vikingo y medieval.
A través de este museo interactivo podremos ver en primera persona cómo era la vida de los vikingos, probarnos su ropa o visitar una casa vikinga, entre otras cosas.
En cuanto al Dublín medieval, tenemos la posibilidad de experimentar la sensación de recorrer una calle abarrotada de gente, jugar en una feria o visitar la cocina de un mercader.
Por otro lado, en Dublinia, en cuanto a la historia de Dublín se refiere, se puede apreciar la influencia en la sociedad de esas huellas vikinga y medieval o apreciar objetos encontrados en excavaciones realizadas en la ciudad.
Finalmente, tras subir los 96 escalones de la torre medieval original, contemplaremos la ciudad de Dublín desde las alturas.
¿Merece la pena visitar Dublinia? En nuestra opinión, si tienes tiempo suficiente y la tarjeta Go City Dublín no te cuesta nada pasarte para conocer la historia de Dublín, pero si no tienes la tarjeta su precio es de 14€ y probablemente nosotros no lo hubiésemos incluido.
Destilería Jameson en Bow St.
Una actividad muy interesante que hacer en Dublín es la visita a la Destilería Jameson.
Si quieres conocer toda su historia, te aconsejamos leer el post de la Destilería Jameson.
La visita a la Jameson Distilery consiste en conocer la destilería con un guía que te explica todo el proceso de elaboración y los distintos tipos de whiskys, que por supuesto podrás degustar, en unos 45 minutos de duración.
Saint Stephen’s Green Park
Otro de los parques de Dublín es el St. Stephen’s Green Park, un bonito parque urbano con flores y casas dentro de él. Está localizado al final de la ajetreada Grafton Street y su nombre viene dado por la St. Stephen’s Church, una iglesia cercana al parque y que es conocida como “el bote de pimienta” por la forma que tiene.
Antiguamente, la zona en la que se encuentra el parque a día de hoy era un terreno pantanoso que llegaba hasta el río Dodder y era utilizado por la ciudadanía para el pastoreo de ganado.
En el año 1663 se pensó que esa tierra podría dar unos beneficios económicos para la ciudad de Dublín y se decidió delimitar el área central para su uso como parque mientras que el resto del terreno se arrendó para la construcción. Además, las rentas obtenidas se utilizarían para levantar muros y pavimentar los alrededores del parque.
Así, en el año 1670 se contrató a los primeros jardineros encargados de cuidar y acondicionar el parque y, unos años después, en el S. XVIII, se convirtió en el lugar de moda de Dublín, coincidiendo con la apertura de calles importantes como Grafton Street (1708) o Dawson St. (1723).
Después de todo este tiempo, el parque sufrió un gran deterioro: los muros se rompieron, los árboles estaban en mal estado, los caminos eran impracticables, etc.
De este modo, en el año 1814, el control del parque pasó a manos de una comisión de propietarios locales, quienes se encargaron de plantar árboles y arbustos, reemplazar los deteriorados muros por barandillas victorianas y construir nuevos caminos.
Todas estas mejoras provocaron que el parque fuese un lugar exclusivo y privado al cual sólo podrían acceder quienes alquilaban las llaves a la comisión de propietarios. Sin embargo, dada la existencia de una ley del año 1635 que indicaba que el parque estaba a disposición del uso público por todos los ciudadanos, éstos lo reclamaron.
George Street Arcade
El George Street Arcade es un pequeño pasaje en el que instala un mercadillo con varios puestos que venden libros, souvenirs, artículos de segunda mano, etc. Perfecto para dar una pequeña vuelta por él.
Ha’penny Bridge (Puente del Medio Penique)
El Ha’Penny Bridge o Puente del Medio Penique es un puente peatonal construido en el S. XIX sobre el río Liffey y cuyo nombre se debe a que, antiguamente (entre 1816, fecha en que fue construido, y 1919), se tenía que pagar un peaje para cruzarlo y su coste inicial fue de medio penique. Posteriormente, el precio subió a un penique.
Hoy en día es el símbolo de Dublín.
Millennium Bridge
Junto al Ha’Penny Bridge, otro de los puentes peatonales sobre el río Liffey que posee Dublín es el Millennium Bridge.
Su nombre se debe al motivo de su construcción que, al igual que The Spire en O’Connell Street, fue la conmemoración de la llegada del nuevo milenio. Si bien fue instalado en Dublín en diciembre de 1999, su construcción se llevó a cabo previamente a unos 85 km al sur de la capital, en Carlow.
Samuel Beckett Bridge
Diseñado por el arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava, el Puente Samuel Beckett es otro de los tantos puentes que cruzan el río Liffey y el segundo diseñado por Calatrava tras el James Joyce Bridge.
Comenzó a estar operativo en el año 2009 y su nombre se lo debe al escritor irlandés Samuel Beckett.
A diferencia de los otros dos puentes que hemos citado, éste no sólo es peatonal, sino que también tiene cuatro carriles para la circulación de vehículos. Además, permite pasar a los barcos bajo él, ya que se puede abrir en un ángulo de hasta 90º.
Cárcel de Kilmainham (Kilmainham Gaol)
La Kilmainham Gaol fue inaugurada en el año 1796 con el fin de servir como prisión para todo el Condado de Dublín.
Es una cárcel que tenía todo tipo de presos, pero también había muchos líderes políticos que se rebelaron contra el Reino Unido y lucharon por la independencia de Irlanda, los cuales fueron torturados y ejecutados en el Stonebreaker Yard o Patrio de los Picapedreros.
Finalmente, la cárcel fue cerrada en el año 1924, pero en la década de 1960 fue declarada Monumento Nacional, lo que implicó su restauración y posterior entrega al Estado en el 1986.
Solamente puede conocerse mediante visita guiada y es necesario reservar en la web de Kilmainham Gaol con bastante antelación (que no te pase como a nosotros). Su precio era de 8€ al momento de nuestro viaje a Dublín y la duración de la visita es de unos 90 minutos aproximadamente.
Bus turístico de Dublín
Una buena forma para descubrir qué ver en Dublín es subirte al Big Bus, el autobús turístico de la ciudad. Tiene 25 paradas, auriculares con explicación de los puntos imprescindibles de Dublín y opción de subir y bajar todas las veces que quieras.
Puedes reservar el autobús turístico de Dublín o comprar la tarjeta Go City, ya que está incluido.
Otros puntos que ver en Dublín
- Free tour por Dublín.
- Free tour de los misterios y leyendas de Dublín.
- Cena y espectáculo folclórico en Dublín.
- Excursión a los Acantilados de Moher y Galway.
- Excursión a Cork.
- Excursión a Belfast, Calzada del Gigante y Castillo Dunluce. Ten en cuenta que estos lugares se encuentran en Irlanda del Norte (la moneda es la Libra y no el Euro), a 1h 30min en coche de Dublín.
- Game of Thrones Studio Tour. Los Estudios de Juego de Tronos también están en Irlanda del Norte.
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